9.27.2007

HOUSE MD (15/22)



















































Las reglas de la Mafia


Sinopsis

Joey Arnello, un miembro de la mafia que es testigo protegido del FBI, se encuentra comiendo en un hotel con su hermano Bill cuando siente un mareo y sufre un colapso. Bill trata de ayudarle pero los agentes federales que están con ellos creen que está fingiendo para no declarar.

En el Hospital Universitario de Princetown continúan los cambios que ha traído el nuevo presidente del consejo. Vogler sigue presionando a Cuddy por el presupuesto del servicio que dirige House y su forma de actuar. Mientras los dos discuten en un despacho, House llega con una orden de la Corte Federal para que se haga cargo del testigo, algo que rehúsa en principio. La directora del centro, Cuddy, lo pone entre la espada y la pared: o lo examina o se va a la cárcel.

Así que a House no le queda más remedio que hacerse cargo de Joey, que se encuentra en estado comatoso, sin respuesta ante estímulos de luz y dolor. Está casi muerto. Al paciente le han hecho unas pruebas que muestran un hematoma en el cerebro, consecuencia de una vieja herida que puede haber provocado el coma. Los médicos hablan de realizar una intervención y evacuar la cavidad cuando, de repente, Joey despierta y dice que no quiere que lo taladren. Ahora que está despierto y en buen estado puede abandonar el hospital, pero House no es partidario de que se vaya.

El equipo examina otra vez el expediente de Joey y su hígado empeora con extraños síntomas. Aunque el resultado de las pruebas de la hepatitis C es positivo, House no cree que esa enfermedad sea la causa del empeoramiento repentino del paciente y pide que le hagan una biopsia, pero Chase sugiere que antes de nada deben empezar con un tratamiento de Interferón para tratar la hepatitis. House entonces retiene a Foreman, le dice que le retira del caso y le acusa de haber ido con el cuento a Vogler de que mintió al comité de transplantes mientras trataba a su última paciente, Carly.

Chase explica a Joey Arnello que su hermano tiene hepatitis C y éste reacciona de forma violenta, no quiere ni oír hablar de esa enfermedad, le parece una ofensa. Mientras, Cuddy trata de salvar a House del hacha de Vogler. Aunque asegura que no le gusta House, quiere que siga en su puesto de trabajo porque es muy competente. Vogler sigue empeñado en que a ella le gusta House y dice que eso es malo para los negocios. Según el nuevo presidente del consejo, gestionar el hospital no es más que gestionar un negocio.

Bill se encara a House para recriminarle la falta de respeto que han mostrado con el diagnóstico de su hermano, porque no le parecen decentes las vías de contagio de la hepatitis C. Pueden poner en duda la hombría de Joey y su prestigio quedará hecho añicos. House dice que por los tatuajes que ha visto en la piel de Joey y los análisis de sangre, se podría decir que fue violado en la cárcel. Bill admite que oyó rumores al respecto. House accede a administrarle Interferón sin dejar constancia de ello en el informe médico.

Wilson cuenta a House que Cuddy ha estado encerrada con Vogler dos días discutiendo sobre su trabajo. Mientras los dos amigos se dirigen al aparcamiento del hospital, descubren que en la plaza de House está aparcado un Corvette del 65 y en el parabrisas una nota que dice que es un regalo de los hermanos Arnello. A House le encanta el coche y no lo considera un soborno. Al contrario, si no lo acepta los peligrosos hermanos se sentirán ofendidos, así que no le va a quedar más remedio que disfrutar del maravilloso coche rojo.

Volviendo con el testigo del FBI, Foreman llega con la noticia de que su hígado se ha puesto a sangrar. House ve los resultados de la biopsia que muestran que el estado de Joey no es resultado de la hepatitis C y que su exposición a toxinas ha causado el fallo hepático. Cree que le han envenenado y encuentra que el hígado está en tal estado que no va a durar las cuatro horas que tienen que esperar para conocer los resultados de las pruebas. House tiene una de sus ideas para ganar tiempo. Traen un cerdo al hospital y lo colocan junto a Joey con una sonda para llevar su sangre hasta el hígado del cerdo, que la limpia y la devuelve en buen estado. Cameron y Foreman continúan buscando toxinas.

House se da cuenta por una resonancia de que el paciente ha sido fumador pero ha dejado el tabaco recientemente, y descubre que ha tomado unos caramelos para dejar de fumar que contienen una hierba china que ha podido causar el envenenamiento.

La directora del hospital está reunida con Vogler intentando salvar de la quema el servicio que dirige House. Entonces, cosa que no había hecho en la vida, House aparece vistiendo una bata blanca. Trae el informe de Joey, que muestra que el Interferón para combatir la hepatitis C ha causado una reacción que ha provocado el fallo hepático. House había ocultado el uso de este medicamento como prometió al hermano del paciente, y Cuddy se vuelve a poner de los nervios porque una vez más ha puesto en el informe de un paciente lo que le ha dado la gana. Mientras, el enfermo vuelve a entrar en coma.

El equipo se reúne para discutir la evolución de Joey Arnello, cuyo nivel de estrógenos ha aumentado. House dice que la enfermedad no es crónica y Chase sugiere un tratamiento experimental que todavía no ha sido usado en humanos. Foreman telefonea al hospital de Filadelfia que está ensayando el tratamiento en perros. House tiene una teoría: un producto que se llama Male Flame contiene estrógeno y se vende en la misma web que distribuye los caramelos para dejar de fumar de Joey.

Mientras está viendo a otro paciente, un bebé al que lleva su hermano mayor para que le extraiga las cosas que se mete en la nariz, House tiene una revelación: ante un problema, algunas veces la respuesta más simple es la correcta. Se acerca a la habitación del enfermo para comprobar qué ha estado comiendo. Cada vez que Joey ha entrado en coma ha sido después de comer un filete, así que se puede tratar de una reacción a la ingesta de gran cantidad de proteínas. Si se equivocan y paran el tratamiento, Joey morirá.

House sabe que el mafioso Joey Arnello es gay y se tiene que enfrentar a su hermano, que no quiere admitirlo bajo ningún concepto. Le hace tomar la decisión sobre el tratamiento que le van a administrar y le explica que la única opción que tiene un gay en sus circunstancias para salir del armario es cambiando de nombre y yéndose a vivir a otra ciudad, algo que puede conseguir entrando en el programa de testigos protegidos. Después de unas pocas horas, Joey vuelve a salir del coma. Él y Bill tienen una última conversación sobre la decisión de desaparecer. Al final, el amor fraternal pesa más que cualquier circunstancia personal.

Por último, Cuddy revela a House que Vogler la ha amenazado con despedirla, pero ella es la única que conoce los secretos del hospital que no están recogidos en los libros, y Vogler de momento la necesita. El servicio que dirige House podrá seguir existiendo a condición de que haga seis horas más al mes de consultas. Pero lo peor es que tendrá que despedir a alguno de los médicos de su equipo: Cameron, Foreman o Chase.

FUENTE: cuatro.com

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